EL TODO Y LA NADA
Un efímero espacio que no cede lugar, el todo
y la nada surcan caminos paralelos, sin grises ni tonalidades análogas, sin
otoños ni primaveras blancos destellos, o negros abismos. Grandes desiertos o
frondosos bosques.
El todo irrumpe, penetra, absoluto
incondicional, supremo…omnipotente y magnánimo… la nada vacío, distancia,
silencio indeterminado, inexistencia, lágrimas sin humedad, ojos ciegos… risa
sin labios, caras sin rostros. Nada es nada de nada, después de haber sido
todo.
El todo resuena cual trueno en la inmensidad
del tiempo.
La nada mudez en siesta sin soles.
La nada se despereza amorfa invisible y todo
toma mi cuerpo.
Me abraza todo tu amor y queda la nada
almacenada en el más profundo despeñadero. Si me entregas todo… nada huye
despavorida, y la nada del ayer se convierte en todo lo de hoy.
Tu nada es mi nada… y tu todo es mi todo, que
se balancean alegremente en tardes soñadas, y en un fugaz instante
imperceptible guiña un ojo el todo a la nada… pensando que la nada nació de
algún todo.