INTUICIÓN
Y grito con fuerza FUERA!!!... FUERA!!!
Imposible….sigue ahí…firme estatua de sal, que
corroe lentamente cada milímetro de mis células.
Y me sumerjo en el abismal fondo de las
angustias. Inspiro, insufrible, esa nada tangible que me ahoga lentamente. Y
sonrío. Con una sonrisa de lata oxidada filosa, que corta mi rostro y exuda desconsuelo.
Y grito nuevamente FUERA!!!... FUERA!!!
Y el hielo se derrite, y mi corazón, aflora
caliente zozobrando ante el tormento de razonamientos argumentados. Toma mi mano
una copa de agua escarchada, la une a mis labios, y de un trago la bebo. Quiero
helar mi corazón.
Utopia.
Y mis ojos, cáscaras de cebollas que sólo
saben sollozar, se doran en la sartén aceitosa de la vida, sin ser quitadas del
fuego lento de la intuición.
Y el presentimiento juega a la ronda, y mis
pies saltan intentando no pisar la verdad, mientras una melodía lejana trata de
apagar mi grito.
La oscuridad se va adueñando, y el día pelea
con sombras hostiles.
Y el grito.
Mi grito.
FUERA… FUERA….
Quiero respirar tibieza naciente.
Quiero ser témpano.