Fluyen las palabras como lava del volcán

jueves, 18 de diciembre de 2014

EL TREN







 EL TREN               

Salió con paso firme de la Clínica, los resultados de su estudio los llevaba bien apretados bajo el brazo.
Los médicos habían sido categóricos.
Todo dependería de él, de la fuerza que emplearía para luchar contra ella.
Llegó a su casa, nervioso, nadie lo aguardaba. Miró el mensaje adherido a la heladera: la comida está en el horno, solo hace falta calentarla, un beso Milly.
Abrió la puerta, miró dentro, pollo con papas. Encendió un fósforo, lo arrimó hasta la hornalla, y cuando comprobó que se prendió, cerró con cuidado la puerta.
Se dirigió hasta la salita, se sentó en el sillón verde. Respiró profundo.
Tomó los papeles que había traído. Análisis, radiografías, estudios y más estudios, complejos, simples. Resultados, diagnósticos. Palabras y palabras. Etapas, evoluciones. Tiempo.
Tiempo. Tiempo que se acaba. Seis meses.
Seis meses... Habían pasado...
Ahora estaba frente al ventanal, sus ojos fijos sin ver, fijos en el horizonte.
Era el día indicado.
Hoy... El papel así lo decía.
 Anochecía, el sol iba perdiendo su brillo tras el bosque, dejando un resplandor azul verdoso, un olor a pino inundaba el aire, un viento fresco anunciaba tormenta.
Sus ojos seguían fijos allí, su mente estaba llena de recuerdos, y esos recuerdos volvían al presente, como una película tridimensional. Uno solo se hacía más fuerte, lo sentía  en su cuerpo cosquilleando sus entrañas.
En la esquina el bar de siempre, las mesitas, pocas, cubiertas con un fino mantel rojo, sobre él un florerito con un rojo pimpollo de rosa, dos sillas blancas y en un rincón, un piano sonaba dulcemente.
Y la espera, la espera.
Una cita de amor.
Pronto llegaría, el reloj de pared marcaba las 19,50, faltaban expectantes  cinco minutos.
Mientras sonaban las campanas de la Catedral, la puerta se abrió y su figura enmarcó la entrada.
 Estaba radiante, como siempre la había soñado y hoy, era una realidad. Venía hacia él.
La saludó con un cálido beso en la mejilla. Se sentaron uno frente al otro. Él tomó del florerito la rosa roja, la besó y se la entregó. Ella la sujetó entre sus finos dedos y sus labios besaron los pétalos que él besó.
El tiempo tirano aceleró las manecillas de la vida, no alcanzaban todas las palabras ni todas las caricias de ella. No alcanzaban los besos de él, sus manos fuertes tomaron las suyas, frágiles como para interrumpir el caer de las hojas...
Pero fue inútil ella tenía que partir.
El tiempo transitó, y se filtró entre ellos
Partió sola.
En la estación se juraron amor eterno, en la estación se prometieron fidelidad.
Se abrazaron como para ahogar tanta pasión y un fogoso beso; indestructible, advirtió el final.
Ella subió al tren y se quedó mirando por la ventanilla, en su boca se apoyaba la rosa roja, como queriendo dilatar el beso.
 Se sintió un silbato, una campana y a paso lento el tren partió.
 Ella cerró la ventanilla, llovía ya. ¿Llovía? No, eran sus lágrimas que enlutaban su vista.
El amor había perdido.
El tren partía.
Seis meses.
Habían pasado ya seis meses, recordaba él.
Seis meses del diagnóstico fatal. Seis meses de lucha.
La vida había partido, en el tren de la vida.
Con paso lento volvió a su casa. Abrió la puerta, caminó hasta su habitación, se recostó en la cama.
Un frío recorrió su cuerpo.
Cerró sus ojos, y la vio. Se acercaba como pantera en acecho, en sus labios una sonrisa.
Vestida de blanco, cuerpo esbelto, extensa cabellera negra, y negros ojos. Manos frágiles pero fuertes. Dedos largos y finos tomaron sus manos.
Se recostó junto a él. Giró su rostro y lo miró.
Un abrazo los envolvió, y lenta muy lentamente, los cuerpos se enfriaron.
Había vencido la Muerte.
                                      

                                           


 

jueves, 11 de diciembre de 2014

LA LLAMA













LA LLAMA
Desdibujo las sombras, la vela encendida danza entre blancos y naranjas despidiendo aroma a vainilla y un sutil humo trata elevarse, en vano se diluye en el  espacio. Tenue calor despide la pequeña llama. Frente a mí el espejo, frente al espejo ese intervalo que antecede  a mi figura. Imparcial observo bajo la atenta custodia de la llama de la vela, que sigue su ensayo danzarín, lo reflejado. Rostro gesticulando sonrisas programadas. Ojos parpadeando al unísono, acunados por lágrimas, algunas veces inoportunas y rebeldes, otras se tornan ingobernables, chispeantes, dulces. El cabello lacio insurrecto,  fino como lluvia otoñal. Boca deliberada, jugosa pequeña, hasta ser sometida a la prueba de repetir un Oooo largo escalonado, penetrante. Silueta lánguida con entrañas de chitta al  acecho.
Un ruido me distrae, las palabras sin sentido que despiden mis labios chocan contra el espejo - quién soy? Resuena y la llama se incorpora estilizando su forma. Soy polvo, arena, mar, loba, pez, flor y fruto. Recuerdos y promesas, gestiones y olvidos. Sufrimientos e ilusiones, realidades y mentiras.

Las sombras se refuerzan en la pared y el reflejo se aleja del espejo. Camino instintivamente hacia la puerta, la brisa apaga la llama, cae la vela. 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

ALIMAÑA













ALIMAÑA

Me enrosco entre tus piernas  como alimaña enardecida, golpea el vendaval la noche y gotas de sudor resbalan impúdicas, audaces por la línea fina perpendicular desde tu pecho hacia el ombligo. Tu rostro irradia a la luna espejándose en mis ojos, tu boca se desplaza dibujando “aquí habito yo”.
Marcamos territorio piel a piel como animales en celo, gruñen nuestras gargantas, se interrumpen las palabras, nada basta, nuca, piernas, brazos, ojos, labios.
Centímetro  a centímetro  firmamos posesión: Tuyo Mía, escribimos en las espaldas, fresco aire peligroso, diluye inevitables. Irisados y templados abandonados al último beso marca la llanura de la satisfacción.

La alimaña se muda  en dúctil oveja abrigándose entre tus brazos. 

miércoles, 19 de noviembre de 2014

VERDE VERANO













VERDE VERANO

Qué color?
Pregunté inocentemente sin saber en que vericueto me introducía esa cuestión. Sin siquiera pestañear, me miraste de frente, tomaste firme los hombros y tu voz resonó en la siesta gris de un noviembre atípico.
Verde verano!!... me sorprendiste. Pero no un verde verano común y silvestre. Un verde verano que se otoñe en marzo y tiña de rojos bordó para quedar palito desnudo en invierno.
Complicado… mi interior razonable me hizo notar. Pero ya estaba lanzada la pregunta y la respuesta no se había hecho rogar. Manos a la obra. Nuestra juventud ameritaba el desafío.
Lustre la puerta de algarrobo hasta el punto de pasar la mano y resbalar en ella, como manteca derretida en el molde de torta. Busqué un barniz  natural y acaricie  a pura pincelada su cuerpo duro e inflexible. La tarea siguiente sería difícil, pero la concentración no admitia pensamiento negativo alguno. Una maceta aquí en este costado  abrigada por helechos mimosos, al frente un cerca de esterillas cruzadas sostenían a una madreselva rebelde que quería hacer un piquete en la mismísima entrada. El botellón, otrora lleno del elixir mágico atesorado  por  Baco lucía de cuerpo entero centinela de la entrada. Fui guardando dentro de la tierra del cantero, cada manojito de raíces, y suavemente ataba con hilo de algodón, guiando la trepada, los  brotes tiernos de una falsa parra.
Y pasó un verano, y vino un otoño, transitó el invierno con leños en el hogar, y la primavera hizo su explosión radiante, y sin darnos cuenta la casa se convirtió en un verde verano.
Los sillones descansan  en el jardín, cada uno tiene su almohadón desteñido, sentados a la sombra tomados de la mano, nuestros dedos añosos tiemblan, nuestras miradas se amalgaman en el espacio ínfimo distante que nos une. Recordamos el otoño color rojo bordó de las hojas anunciando la  próxima estación.
El canario cantaba alegre. Sin voltear hacia la derecha mi rostro lance las palabras al viento.
Qué color? Te pregunté presagiando la respuesta. Giraste tu  rostro, los pequeños surcos alrededor de tus labios se suavizaron y con una sonrisa solo percibida por mí, respondiste, celeste celestial.
La tomé  en mis brazos y la llevé a su habitación. Cerré la ventana.

 Comprendí que era la hora de cambiar los verdes verano…

miércoles, 12 de noviembre de 2014

JUEGOS





JUEGOS

Pido gancho vuelvo a gritar mientras me desplomo descuidadamente sin importar el protocolo ni las buenas costumbre, hurgueteo en mi bolso beige con vivos fucsias  y saco muy torpemente el resbaladizo paquetito plástico, mis dedos tratan de agilizar el trámite y retirar un pañuelito de papel tisú, entre tanto las lágrimas ganan la carrera y llegan a la meta, la comisura de mis labios. Arroz con leche me quiero casar…la ronda infantil retorna a mi memoria paradójicamente veo cómo te alejas.
 Pido gancho, le grito a la Vida, un minuto de descanso en esta alocada carrera por subsistir. Mi espalda se afirma en la pared de ladrillos pintada a la cal, pisa pisuela color de ciruela… y me convierto en ángel, esperando en la fila del Banco la voz de la recepcionista. El diablo me espera listo para lanzarme algún documento traspapelado, salgo airosa.
Pido gancho rompe el silencio de la tarde y nos enfrentamos a un juego que no admite desconcentración, engaña la penumbra pensando que es ella, tus manos recorren una curva que es mía, y le das otra forma,…al don al don al don pirulero cada cual cada cual atiende su juego y el que no y el que no una prenda tendrá. Que prenda tendrás al tocar dos cuerpos diferentes, inhalo hasta rebalsar los pulmones de aire y un suspiro largo despide hasta la última pena. No seré yo quien la confiera.
Pido gancho a la vida, y me subo al carrusel, busco el caballito de madera suavemente lustrado, no corcovea, sube y baja en un rutinario movimiento, una balsa sin mar me observa pétrea, añora arenas pasadas. Una melodía me invita a bailar y giro al ritmo que me confiere convirtiéndome en bufón de parque infantil. Me siento en el banquito marrón,  piedra papel o tijera me hace elegir el alma, papel le respondo sin dudar…tijera, perdiste me responde.


Pido gancho el que me toca es un chancho… me resguardo entre verdes infinitos,  no quiero más juegos.

martes, 11 de noviembre de 2014

DUDA



DUDA

En el llano el laberinto de los cuerpos buscan la salida, entran y salen por pasajes equivocados, desde lo alto de la torre la soledad sonríe, mueca gris.
Invisible nostalgia grita su pena y horada cual gota fría la mente, una y otra vez toc toc toc toc, rompe el silencio de un vacío no absoluto.
El hollín de lo que fue mancha de negro culposo los dedos  que otrora rozaron la tibia piel. La esponja quiere lavar con jabón perfumado y la boca, esa boca que siempre quiso, se apodera impune de los labios, mezclando néctar y sudores amanecidos. Friega y refriega  pretendiendo hacer olvidar, luchan los  sentimientos, perdones y llantos, abrazos, y promesas, amores que se revelan.
Sigue la sombra enjabonando el cuerpo.
Sufrimiento.
Golpe certero la duda dio y se desintegra mi alma, espanta con la mano figuras, palabras, gesto, nubes oscurecen la vista, aguacero en las mejillas. Letanía azul invade, se despereza en los contornos adueñados hasta ayer.
Escupo el dolor en la vereda bajo el álamo que nos cobijó con su sombra, la intolerancia viborea regocijada en mis  venas plenas de pasión noctámbula, giro mi cabeza, quiero cerrar mis pensamientos, correr  la intransigencia adoptada, tantos años tantos perdones imposibilitan el acto. Y rasguña el dolor las entrañas, marcho hacia  el verde para llenarme de aromas, cerrar el libro, patear la piedra en el camino.

Y llueve, y llueve. . . 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

DESHORA






DESHORA

Me divorcié.
Mis oídos no decodifican el mensaje al instante, quedo con una mueca mezcla de sonrisa y sorpresa.
Las agujas del tiempo retroceden rápidamente y me encuentro sentada frente a él sin comprender que regresa con su ex mujer. Seis años separados pero una causa justa lo determina, es  “la madre de mis hijos” me necesita. Tomo el brillo de mis ojos, la sonrisa, y mi amor, lo guardo en el bolso, me levanto y salgo hacia la calle sola, vacía, queriendo ser barrilete y levantar vuelo con la primera brisa que doble la vieja esquina.
Cinco años de risas, cinco años de compañía, los  voy guardando en una caja. Pesan tantas alegrías juntas, los proyectos los envuelvo  en papel de diario. La arena de la playa, la piedra, esa flor seca, y me río cuando desenvuelvo la servilleta y salta una cucharita rosa de plástico del helado que compartimos. El jaboncito sin usar, robado del hotel alojamiento, a ése que fuimos temblando y casi con vergüenza, a descubrir nuestros cuerpos por primera vez.
Levanto la caja, voy hacia el terreno baldío que está al lado de casa, rocío con alcohol y enciendo un fósforo.
La llama comienza a hacer su tarea.

Pasa el tiempo y las agujas del reloj  marcan el tiempo en nuestro rostro. Otro amor llega, y de la mano de él los hijos.
Se abre la puerta de la oficina.
Perdón, no tuve el coraje de dejarla sola en ese trance tan difícil que pasaba, te amé y seguiré amándote- me dice esa mañana de Julio. Le sonreí, con ese dejo de insulto, frustración, amor y bronca. Miro por la ventana, en el auto mi esposo y nuestros hijos. Frente a mí su regreso para el indulto. Baja la cabeza y se va, como el pichón que quiere recobrar a su madre, después de remontar libre vuelo. Familias establecidas.
Desgarra la garganta, ahoga el grito y el llanto.
Dañino el tiempo regresa al día de hoy… Mis hijos en su trabajo, yo aquí lavando los vidrios de la cocina, un plato  un vaso un tenedor y un cuchillo. Lo único que utilizo, ha menguado  la familia.
Suena el teléfono, me seco las manos con el repasador amarillo. Su voz inconfundible, su hola mayúsculo. Mi alegría.
Me divorcié…me dice.  Mis oídos no decodifican el mensaje instantáneamente, quedo con una mueca mezcla de sonrisa y sorpresa.
Fina llovizna de mis  ojos caen en el blanco papel con finas líneas negras. En la mano un lápiz verde quiere escribir la historia.
Tarde
Es ya muy tarde.

VIRUTA





VIRUTA
Algunas veces el sol quiere sacar punta  a los cerros para colorear el horizonte, cae la viruta por las laderas entremezclándose  con las aromáticas. Pincela el viento una nube, que la estira larga cuál grisácea longevidad. Rojo se tiñe en perspectiva el punto final de la visión.
Atardece, un toc toc gutural opaco resuena acompasado mientras labora el pico en la madera de un árbol carcomido  por hormigas negadas.
El piquillín elabora aroma dulce abriendo sus minúsculas flores, y un poco más lejos una falsa mora quiere adueñarse del territorio. Placeres de bocas jugosas saboreando moras negras y blancas, cuando las arquitectas  urpilitas buscan intrépidas blandos palos y ramitas secas diseñando dentro de un frondoso crataegus su nido.
Despunta la tarde, nace la noche, silencia el día sus sonidos, germinan los anochecidos.
Abraza la luna el sueño del valle.

martes, 4 de noviembre de 2014

SIMBIOSIS











SIMBIOSIS


Así como el leer nos envuelve en la oscuridad, donde solo se reflejan la páginas del libro... el escribir nos aísla en una misteriosa sala sin más elementos que un papel, una lapicera, y ese deseo que guía la mano.
Quedamos  sordos entre los ruidos externos, ciegos frente a  presencias, y mudos ante  preguntas. Danzan entre los dedos, amores, temores, lágrimas y sonrisas; y se pega la tinta en el papel formando letras y palabras que harán vivir a quien la lee una vez concluido el escrito.
Así como el leer no eleva, nos libera y vibramos con los personajes, los paisajes; quien escribe se posesiona con lo que rápida o lentamente va plasmando. Es hacer el amor entre letras y papeles, es acariciar un cuerpo sutilmente, disfrutar la textura y hasta sentir su aroma. El final, un orgasmo interminable. El lector cierra el libro... el escritor reposa su espalda en la silla... suspira profundo y siente cómo ese cosquilleo va desapareciendo, y la paz cubre su existencia.
Comunión entre hombre y papel. Complicidad entre lapicera y mano. Amalgama atemporal entre escritor y lector.

miércoles, 15 de octubre de 2014

ESENCIA


   
ESENCIA 

Quizás habitando con un fino semicírculo en el rostro no sea tan absurdo. A mi alrededor el conjunto de semblantes forman un arcoíris geométrico.
Mis bordes vacíos, se llenan con un labial rosa chicle, y obtengo un brillo que sabe a retirada  en la mirada. Acaso sea necesario cambiar de marca, para cuando abra mi boca, la palabra amor sea más pasional  que desamparada.
Delinear una sonrisa no es obra fácil, se toma con tres dedos, pulgar, índice y medio el lápiz, firme  y suave, muy suavemente se roza el borde superior como caricia de niño inocente. Inclinamos la cabeza  frente al espejo vemos un ficticio hombro para acoplar. Retomamos la tarea, regresamos al  escenario. Espera nuestro labio inferior el toque mágico del amante ardiente que sobrepase la línea original, desborde de pasión y emerja  una boca carnosa como para ser devorada. A lo mejor sea necesario reforzar la comisura con un toque saborizado, o exagerar la forma.
Avanzo hacia el final de la obra.

En este proceso creativo recreativo, nada cambia, nada desaparece en esencia. Solo la mueca semicircular rosa chicle, y ese brillo eventual  en la mirada. 

viernes, 10 de octubre de 2014

LA SILUETA




LA SILUETA


Sin  límites,  infinito, la sombra marca con trazo fino la sola silueta. Llanura mental que no acepta montes ni dunas. Latente el plomizo  cielo resguarda entre algodones almibarados, la luz especulativa. Tranzan en juego divino nimbos  y  constelaciones, soles y lunas.
Un meteorito  vagabundo se aproxima velozmente atravesando la atmósfera, vence el roce y no se desintegra, su luz ilumina la figura…
La silueta pierde su sombra.  

lunes, 29 de septiembre de 2014

SUEÑO









Sueño


Entre la piel aterciopelada y mis manos, está el temblor de tu cuerpo irreal. Cálido sueño de mariposas evanescentes que se posan en el olvido cuando quiero besar tus labios. Mañana serás musa de recuerdos, hoy utopía que hace brincar mi letanía.

lunes, 8 de septiembre de 2014

CADENAS





Cuando el Sí corta cadenas y huye el temor... hace mover mis piernas y abre mis brazos.

Un instante y la vida perfora el suelo... agrieta el camino... impide el seguir.

No era el tiempo de romper cadenas.

Equivocación corpórea y esas ansias de Ser.

jueves, 12 de junio de 2014

INTUICIÓN







INTUICIÓN

Y grito con fuerza FUERA!!!... FUERA!!!
Imposible….sigue ahí…firme estatua de sal, que corroe lentamente cada milímetro de mis células.
Y me sumerjo en el abismal fondo de las angustias. Inspiro, insufrible, esa nada tangible que me ahoga lentamente. Y sonrío. Con una sonrisa de lata oxidada filosa, que corta mi rostro y exuda desconsuelo.
Y grito nuevamente FUERA!!!... FUERA!!!
Y el hielo se derrite, y mi corazón, aflora caliente zozobrando ante el tormento de razonamientos argumentados. Toma mi mano una copa de agua escarchada, la une a mis labios, y de un trago la bebo. Quiero helar mi corazón.
Utopia.
Y mis ojos, cáscaras de cebollas que sólo saben sollozar, se doran en la sartén aceitosa de la vida, sin ser quitadas del fuego lento de la intuición.
Y el presentimiento juega a la ronda, y mis pies saltan intentando no pisar la verdad, mientras una melodía lejana trata de apagar mi grito.
La oscuridad se va adueñando, y el día pelea con sombras hostiles.
Y el grito.
Mi grito.
FUERA… FUERA….
Quiero respirar tibieza naciente.
Quiero ser témpano.


miércoles, 28 de mayo de 2014

EL TODO Y LA NADA






EL TODO Y LA NADA

Un efímero espacio que no cede lugar, el todo y la nada surcan caminos paralelos, sin grises ni tonalidades análogas, sin otoños ni primaveras blancos destellos, o negros abismos. Grandes desiertos o frondosos bosques.
El todo irrumpe, penetra, absoluto incondicional, supremo…omnipotente y magnánimo… la nada vacío, distancia, silencio indeterminado, inexistencia, lágrimas sin humedad, ojos ciegos… risa sin labios, caras sin rostros. Nada es nada de nada, después de haber sido todo.
El todo resuena cual trueno en la inmensidad del tiempo.
La nada mudez en siesta sin soles.
La nada se despereza amorfa invisible y todo toma mi cuerpo.
Me abraza todo tu amor y queda la nada almacenada en el más profundo despeñadero. Si me entregas todo… nada huye despavorida, y la nada del ayer se convierte en todo lo de hoy.
Tu nada es mi nada… y tu todo es mi todo, que se balancean alegremente en tardes soñadas, y en un fugaz instante imperceptible guiña un ojo el todo a la nada… pensando que la nada nació de algún todo.



lunes, 5 de mayo de 2014

MEDIODÍA







MEDIODIA

Mis pisadas no dejan huellas en el pavimento. Mis pies, marcan un ritmo sin compases. Firme la pisada como firme la mirada enfocada hacia el punto final de la visión.
Línea recta, sin derecho ni izquierdo.

Mediodía


No tengo sombras proyectadas. 

viernes, 11 de abril de 2014

BLANCO Y NEGRO






BLANCO Y NEGRO

El filo corta la noche, las manos negras quieren atrapar los blancos cuerpos esparcidos en mullidas camas. Zarandean  sombras blancas despertando multitudes negras. Cromático mundo en la arista  la decisión divagando con la duda. Grises inconclusos. El todo o la nada se baten en duelo alucinante, quiero pero no puedo; no quiero pero debo.
Dividir con un grito sumado al salto hacia el vacío, frío el suelo que recibe nuestros pies. La alfombra deslizada bajo la cama sonríe maliciosamente. La sonrisa parte para dejar paso al bostezo.

Lentamente los ruidos comienzan a mezclar los colores.

martes, 8 de abril de 2014

LA PUERTA






LA PUERTA

Como decir que la puerta se cerró y los candados están herrumbrados, por el tiempo, por la lluvia, por la ausencia.
Como decir que se borró la imagen y solo es una forma amorfa que nada dice, nada recuerda, nada habla, nada oye.
Que la garganta se seca, los ojos se agrietan, la boca cerrada, los oídos con tapones, convertido el cuerpo en piedra fría.
Fría piedra que rueda calle abajo, quizás pateada por un niño cuando se cansa de rodar y se aquieta, y sigue su ruta.
Los aromas parten, el rio lava la pena, el pájaro vuela la tristeza, el perro no mueve la cola y el grito se repite golpeando las laderas de la montaña, una y otra vez.
La siesta se hace noche, la mañana desconcierta a la luna, la pluma se desprende  de la paloma y cae al césped sin hacer ruido.
Segundos tocando la sabana, minutos buscando la ausencia, horas insomnes.
Nada  arriba, ni abajo, al costado vacío, en el centro un cuerpo que quiere decir que la puerta se cerró y los candados ya están herrumbrados.

Como decir… abran la puerta?


jueves, 3 de abril de 2014

DANZA








DANZA 

En una danza macabra se mueven las letras junto a las ideas, se toman de la mano, levantan sus lados. Vértice contra vértice se unen, se desunen. Forman puentes, pasajes, montañas, abismos.
Los sí y los no van y vienen, gritan, aúllan, silencian, se agigantan y hasta desaparecen en un punto con final.
Una melodía alocada invade la mente, los dedos tamborilean, marcando en el papel, una huella lineal en  la ruta blanca… negras, rojas, verdes, rastros, vestigios de emociones, jeroglíficos irreflexivos, reminiscencia pasional.
Tiemblan los labios, en agua se convierten los ojos, se plasma el sentido de la angustia. Cataclismo doloroso que invade, se expulsa, se adhiere, penetra y resbala hasta caer desde el lagrimal hacia el surco de la mejilla.
Rostro iluminado, sol que enfrenta sin inviernos,  el júbilo por  la piedra que ha quedado al costado del sendero, hombros alivianados y la armonía del arcoíris entre claroscuros nubarrones.
Danza, música, letras, manos, dedos que conducen a un lápiz domesticado.
Palabras mudas que al instante en que son levantadas por la mirada,  fluyen por la boca y toman vida.  
Silencia el día.
La noche abre la puerta del descanso.

Las letras se guardan, solas,  en los rincones del recuerdo. 

jueves, 27 de marzo de 2014

LETRAS










LETRAS

Corriendo voy tras el barrilete de palabras que salen de mi boca. Solté el hilo de algodón en un descuido…  M – A -  R -  O -  E  - T -  U -  I -  Q -  O -  R -  E -  subieron al espacio mezclándose con las nubes, y fue imposible alcanzarlas y guardarla nuevamente.
En la ciudad la gente absorta camina, sentimientos congelados, entes en movimientos paralelos, sin compromisos, con obligaciones.
Solos.
Ambiguos.
Y mis letras allí, arriba.  En lo alto se arman y desarman, y en mi desesperación por atraparlas subo por la escalera del tiempo y la espera. Cuando ya creo atraparlas a todas, un ventarrón de indiferencia me empuja y me desplomo.
Caigo, y se me  escapan otra vez, huyen alocadas, entre risas de miel, y azules de felicidad. Me levanto y corro tras ellas.
Mis letras desordenadas.
Respiro profundo, tomo nuevamente fuerzas de ilusión y voy de frente, atrapo a M, mientras A se esconde tras  un árbol de soledad. R rueda cabeza abajo por una pendiente, y la T hace de apoyo a dos palomas de la paz. Q, mi querida Q viene hacia mí.
Las tengo a todas juntas en mi bolso de vida, y al cerrarlo tu voz me sobresalta, late mi corazón con la fuerza de una locomotora en tiempos de indios y flechas envenenadas, y se disparan solas y forman en el aire…..
                                                    ……TE QUIERO AMOR…..
Un rubor asoma en mis mejillas cuando me respondes dulcemente…
                                                                YO TAMBIEN…


martes, 11 de marzo de 2014

LIBRE





LIBRE

Amaneció con rocío, dejando redondas gotas de despedida... la noche se retiró...

Tranquilas nubes asoman  y una brisa fresca hincha las velas para iniciar el viaje en este día martes...


El impulso me lleva. . . la rosa de los vientos marca mi rumbo. . . 

LIBRE . . . por sobre todo.

lunes, 3 de marzo de 2014

LABERINTOS









LABERINTOS

Los recuerdos, sombras que buscan  sortilegios para regresar, danzan a mi derredor.
Aliento tibio, un beso  susurra  “te quiero” y  flota ingrávido junto a una lágrima que no quiere evaporar.
La mano atrapa, con sus dedos finos y largos, un rostro ya inexistente.
Ojos cerrados, bocas acopladas, rondan los amantes en círculos.

La memoria  hace resurgir, nunca al descuido, proyecciones  sin soles, cachetea la mejilla la realidad, caen hechizos, se pierden los recuerdos en los laberintos mentales.