EQUILIBRISTA
Camina
sobre el acero tirante, confiada y segura. Conoce el camino varias veces
transitado. Ni un solo temblor le hace perder su estabilidad ficticia.
Abajo,
el abismo, la gente, los afectos, cruzar
esa ancha avenida sin caer al vacío de la autenticidad.
Un
paso, otro, y otro más, como algunas veces, como casi siempre. Todo perfecto.
Una
brisa circulante pasa por casualidad, o por causalidad, mueve la barra.
Se
desploma la falacia.
Sorprendida,
la mentira perdió el equilibrio.