Fluyen las palabras como lava del volcán

jueves, 27 de marzo de 2014

LETRAS










LETRAS

Corriendo voy tras el barrilete de palabras que salen de mi boca. Solté el hilo de algodón en un descuido…  M – A -  R -  O -  E  - T -  U -  I -  Q -  O -  R -  E -  subieron al espacio mezclándose con las nubes, y fue imposible alcanzarlas y guardarla nuevamente.
En la ciudad la gente absorta camina, sentimientos congelados, entes en movimientos paralelos, sin compromisos, con obligaciones.
Solos.
Ambiguos.
Y mis letras allí, arriba.  En lo alto se arman y desarman, y en mi desesperación por atraparlas subo por la escalera del tiempo y la espera. Cuando ya creo atraparlas a todas, un ventarrón de indiferencia me empuja y me desplomo.
Caigo, y se me  escapan otra vez, huyen alocadas, entre risas de miel, y azules de felicidad. Me levanto y corro tras ellas.
Mis letras desordenadas.
Respiro profundo, tomo nuevamente fuerzas de ilusión y voy de frente, atrapo a M, mientras A se esconde tras  un árbol de soledad. R rueda cabeza abajo por una pendiente, y la T hace de apoyo a dos palomas de la paz. Q, mi querida Q viene hacia mí.
Las tengo a todas juntas en mi bolso de vida, y al cerrarlo tu voz me sobresalta, late mi corazón con la fuerza de una locomotora en tiempos de indios y flechas envenenadas, y se disparan solas y forman en el aire…..
                                                    ……TE QUIERO AMOR…..
Un rubor asoma en mis mejillas cuando me respondes dulcemente…
                                                                YO TAMBIEN…


martes, 11 de marzo de 2014

LIBRE





LIBRE

Amaneció con rocío, dejando redondas gotas de despedida... la noche se retiró...

Tranquilas nubes asoman  y una brisa fresca hincha las velas para iniciar el viaje en este día martes...


El impulso me lleva. . . la rosa de los vientos marca mi rumbo. . . 

LIBRE . . . por sobre todo.

lunes, 3 de marzo de 2014

LABERINTOS









LABERINTOS

Los recuerdos, sombras que buscan  sortilegios para regresar, danzan a mi derredor.
Aliento tibio, un beso  susurra  “te quiero” y  flota ingrávido junto a una lágrima que no quiere evaporar.
La mano atrapa, con sus dedos finos y largos, un rostro ya inexistente.
Ojos cerrados, bocas acopladas, rondan los amantes en círculos.

La memoria  hace resurgir, nunca al descuido, proyecciones  sin soles, cachetea la mejilla la realidad, caen hechizos, se pierden los recuerdos en los laberintos mentales.