Fluyen las palabras como lava del volcán

viernes, 14 de agosto de 2015

ARBITRARIEDAD









ARBITRARIEDAD

Saturado, casi diría, completo, abarrotado, congestionado con polvillos  históricos, limadura de recuerdos, corpúsculos de besos, una que otra partícula milimétrica de abrazo constrictor en noche de luna cubierta por nube negra y desatinada… el vacío, observado desde otro hemisferio, se ve completo.
Improcedente, el llanto forma humedales. Con total atropello los animados ojos son borrados sistemáticamente  por una mueca indignante.
Sin piedad aparente, el retinto humo aventaja a un afiebrado aroma.

Y el vacío… tan rebosante de vivencias, fenece lleno de pesadumbre ante el capricho enceguecido. 

miércoles, 5 de agosto de 2015

LA GRUTA







LA GRUTA

El lugar tiene de por sí, ese encanto sobrecogedor, que como manto piadoso, nos envuelve en su luminiscencia.
La  calma reinante es sobresaltada por el trino de alguna calandria, el arrullo enamoradizo de palomas, como la mirada atenta y desafiante de las urracas desde las alturas de un ciprés, que observan, la meditación y los ruegos de los presentes.
Caminar por su explanada de piedra en una mañana sin sol, nos lleva a visualizar imaginariamente, fantasmagóricas imágenes de procesiones de antaño.
Un hombre repta dejando su huella lastimosa por la escalinata, una joven deja su ramo de novia en el altar y una abuela  de andar dificultoso, se sostiene  del  bastón marrón roble llevando entre lágrimas, hasta la pared, unos escarpines de su nieto…
 “-¡sálvalo Virgencita te lo ruego!-“... y el eco de la sierra devuelve un rayo de esperanza.
Se aquieta el tiempo, se detiene el dolor.
La paz circula entre la piel y los huesos, y lenta, muy despaciosamente, nos adentra ese sopor apacible.
Media hora, una hora… no importa que giren los engranajes del tiempo.
La Tierra rota en el espacio, las personas se movilizan en su ámbito.

Aquí hallamos las silenciosas respuestas.