CUERVOS
El
graznido del cuervo rompe el silencio.
Eclipsado
vanaglorioso trashumante, camina sin detenerse ante el próximo precipicio.
Negras
plumas deja caer el ave, sus patas se prenden en su hombro.
Un
pañuelo rojo flamea para intimidarlo.
Estática
e indiferente la luz imprime las sombras sobre la pared.
Dueto
ladino.
El
graznido y la intuición se asemejan…Cría
cuervos y te quitarán los ojos.
Ya
ciego…
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