Fluyen las palabras como lava del volcán

miércoles, 27 de enero de 2016

VENTURA












VENTURA
La brisa, tibia, y asombrosamente inesperada, hizo arremolinar mi corazón; inquietó la sangre y batieron alas, como antes, las azules mariposas.
La rutina, cansada, obsoleta, se diluyó en aromas nuevos. El palo santo, emergió omnipotente en el living de la casa, y me envolvió, como a Susana, su dulce fragancia.
Ya no caminan mis pies, se deslizan;  levito entre un quiero y el no.
Me entrego a la ventura del qué será.
Las valijas reposan en la cama.

Es tiempo de partida.

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