Fluyen las palabras como lava del volcán

domingo, 7 de febrero de 2010

FELINO



Felino


Se cierra la puerta del ascensor, Juan en su bolsillo lleva una pequeña cajita azul. El ronroneo es inconfundible. La adivina sin verla siquiera. Lo recibe rozando sus piernas, y su andar sigiloso, elegante lo invita a seguirla. Se deja llevar hipnotizado, sus ojos verdosos lo dominan. La gata sube a la cama, el ronroneo es más fuerte. Refriega su cuerpo al de él. Juan saca del bolsillo la pequeña cajita azul, y de ella extrae un collar de perlas con broche de brillantes que coloca en el cuello de su amada.

3 comentarios:

  1. Tan mimosita como una gatita, tan ávida de caricias, tan necesitada de un gesto de cariño, tan delicada en todos sus gestos y expresiones...
    Te ha faltado decir que después de colocar el collar le da unos imperceptibles besitos en el cuello que la hacen temblar....

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  2. El final...lo dejo librado a la imaginación de cada uno....
    Besos.

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  3. Espero impaciente tu prñoxima entrada, mientras tanto voy releyendo las anteriores.
    Un beso

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