Coincidir entre silencios que capturan el sutil dialogo,
rompiendo la indiferencia de voces estridentes.
Tanta furia cotidiana, requiere imperiosa un instante
de in-movilización y reencontrar la realidad agolpada en racimos.
La cosquilla, enciende
corazones, proyecta las miradas en un paralelismo unido, como ilusión óptica necesaria, en el horizonte, sin miedos ni comparaciones.
Único es el futuro
anhelado.
Algunos se lanzan, expectantes al ímpetu de la existencia; otros, reposan en la comodidad cotidiana de lo desabrido.
Vuelvo a recrearme en tu lectura...Me encanta
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