Somos
esa caricia que se imagina, tibia suave. Somos el beso distante que apasiona y
nos deja insomnes. Caras fijas, estáticas de foto y nombres, algunos,
inventados, otros reales. Amistades cómplices, enojos etéreos, abrazos sin
calor. Un te espero hasta la próxima conexión, un amor virtual, un amigo fiel,
una amiga confidente, un hada madrina que nos cobija en alas de ternura.
Una
lágrima que se nos escapa, una carcajada feliz, un nombre silencioso, una respuesta picara, una espera ansiosa, una
ausencia impensada, un bloqueo no esperado.
Es el
encuentro real, después de días cibernéticos, y es desaparecer, en un
abandono deliberado.
Somos lo virtual,
lo impalpable, lo ingrávido e intangible que se condensa informe y
fantasmal en el espacio.
Y me
tomas y te tomo, te quiero, te amo, un
adiós largo y un beso sin ruido, se mezclan en idiomas ideales.
Un hilo
sin principio que va trenzando redes .
Soberbio!!
ResponderEliminarGracias...!
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