Fluyen las palabras como lava del volcán

sábado, 2 de junio de 2012

BARRILETE





                 BARRILETE

Afloja el hilo azul y el barrilete se eleva libre en un espacio limitado, sacude sus flecos multicolores se despeina con el viento y bailan encadenados ficticiamente mientras en el oído su corriente aliada le explica que no es libre.
Una ráfaga fresca le acaricia y lo eleva más, respira un nuevo aire, llena sus pulmones y sus neuronas se reavivan, sus sueños quieren salir del interior, opacado por la obediencia y la sumisión de un porque que solo tiene explicación, en un mundo de obsecuentes. Se rebela en las alturas, grita agita sus penas, sus razones al cosmos las vierte como cascada en un desierto. Sonríe radiante… pero en ese instante se tensa el hilo y desde abajo unas manos arman el ovillo nuevamente y el hilo acorta la distancia entre su universo inexistente, su libertad anhelada, y la realidad terrenal. 
Barrilete regresa a su lugar.
Esas mismas manos determinan su destino. Esas manos que lo dejan emigrar y lo reclaman.
Ambivalencia.
Egoísmo.
Juego macabro de dejar y tomar, de alejar y acercar. De renunciar y someter. De imponer y anular.
Distiende el hilo de algodón azul las manos carceleras y el barrilete se remonta, surca la bóveda celeste con más ímpetu, una ventisca lo envuelve, arremolina y gira cual tirabuzón invertido, raudamente, audaz, frenético, tan ligero y presuroso que rompe el hilo, se libera de las manos.
Libre.
Independiente
Autónomo.

Las manos no conciben que los individuos precisen ser libres………


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