Fluyen las palabras como lava del volcán

martes, 19 de enero de 2010

MARIPOSAS



Mariposas


Miro el reloj, las agujas marcan las 15,20. La hora en que comienzan a batir sus alas las mariposas que tengo dentro de mi cuerpo.

La hora es la de todos los días pero el aleteo es diferente. Las mariposas no son las mismas, no están doradas, primaverales, alegres.

No.

Hoy se han apoderado de mi cuerpo monstruosas mariposas negras y grises. Sus cuerpos deformados lastíman mi organismo, y en cada movimiento un polvillo peltre vuela por los aires y me ahoga. Lacera mis ojos, y lágrimas amarillas del desprecio se filtran por las órbitas, ruedan por mis mejillas marrones de desencanto y caen.

Caen sobre mi falda celeste.

Mariposa negra del desamor.

Mariposa gris de la mentira y el olvido.

Aquí están carcomiendo mis entrañas.

Yo no quise que entraran, luché contra ellas para apartarlas de nuestro camino.

Fue inútil. El poder de la mentira, el desamor y el olvido fueron más potentes que el amor mío. Y te abarcaron, y les profesaste idolatría, convirtiendo tus sentimientos en nada.

Y ya tus labios no besan mi boca. Tus brazos rodean solamente cuerpos frívolos, te volcaste a lo banal.

Miro el reloj, las agujas marcan las 15,55 la hora en que terminan de aletear las mariposas negras.

Ellas ya han partido.

Como tú.

Han partido a todas partes y a todos los lugares.

Las agujas marcan las 15,55.

La hora de mi final.

2 comentarios:

  1. Se han ido las mariposa negras y él se ha ido. Proteje las posibles entradas, blinda todas las entradas a ese tipo de mariposas que está próxima la llegada de otras ataviadas con vivos colores.
    Un beso irisado.

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  2. Tengo blindado hasta mi corazón.
    Beso alado que cruce el océano.

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