Racimo de Uvas
El racimo de uvas suspendido en el aire atado a la vid por un delgado hilo de vida. El viento lo mece, en ese ir y venir se desgasta el sosten y cae. En el suelo, tendido, desgranado, se le acercan insectos para devorarlo, hasta que una mano lo recoge y coloca en un plato ¡Salvado!
La mano se lleva uno por uno los granos a la boca.
El amor es como ese delgado hilo de la vid, si no se cultiva acaba desgastándose y se cae.
ResponderEliminarSi grano a grano es alimentado, se consolida y es duradero.
Un beso amiga
Cuando cae, aunque destrozado,tiene la esperanza de recibir una mano que lo cobije nuevamente. Besos distantes... pero cercanos.
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