Fluyen las palabras como lava del volcán

lunes, 24 de junio de 2013

AGUACERO





AGUACERO

Alguna que otra vez, y digo alguna que otra vez y no muchas veces, el aguacero se instala en los ojos. Las pestañas, paraguas azules, arqueadas por el rimel tratan en vano, con su parpadeo reiterado de alejar los nubarrones que lo producen. Imposible, ya instalados, y cómodamente ubicados entre el parpado superior e inferior, logran el objetivo planificado, dificultar la visión y mojar las mejillas.
Alguna que otra vez, y digo alguna que otra vez y no siempre, mis ojos amanecen nublados.


No hay comentarios:

Publicar un comentario