SEQUÍA OBSOLETA
Se despereza mi cuerpo entre
sábanas de olvido.
Sequía obsoleta.
Abrazo matinal amanecer rojo fuego
en un horizonte llano.
Ausencia vencida y la sombra
consentida se refugia detrás del ruido presagiando compañía temporal.
Silencio mis pensamientos con un
grito, y ella, la caricia reblandece mis hierros y el herrumbre se volatiliza. Dulce
boca, atrapa el amargo olvido, muerde y traga. La llave cae, la puerta se abre
el sonido invade las manos se confunden el aire se torna azul, cae el limite
entra el acuerdo macera lágrimas en sudores susurro en pedidos, y tus brazos, tus brazos
Remanso ...
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